30 de octubre de 2010

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Los versos de Miguel Hernández inundan la Red

Hoy se cumplen 100 años del nacimiento de Miguel Hernández, poeta al que hemos ido recordando en Internet con numerosas actividades. Hagamos que la Red se inunde con sus versos.

Me llamo barro aunque Miguel me llame.
Barro es mi profesión y mi destino
que mancha con su lengua cuanto lame.
Soy un triste instrumento del camino.
Soy una lengua dulcemente infame
a los pies que idolatro desplegada.
Como un nocturno buey de agua y barbecho
que quiere ser criatura idolatrada,
embisto a tus zapatos y a sus alrededores,
y hecho de alfombras y de besos hecho
tu talón que me injuria beso y siembro de flores.
Coloco relicarios de mi especie
a tu talón mordiente, a tu pisada,
y siempre a tu pisada me adelanto
para que tu impasible pie desprecie
todo el amor que hacia tu pie levanto.
Más mojado que el rostro de mi llanto,
cuando el vidrio lanar del hielo bala,
cuando el invierno tu ventana cierra
bajo a tus pies un gavilán de ala,
de ala manchada y corazón de tierra.
Bajo a tus pies un ramo derretido
de humilde miel pataleada y sola,
un despreciado corazón caído
en forma de alga y en figura de ola.
Barro en vano me invisto de amapola,
barro en vano vertiendo voy mis brazos,
barro en vano te muerdo los talones,
dándote a malheridos aletazos
sapos como convulsos corazones.
Apenas si me pisas, si me pones
la imagen de tu huella sobre encima,
se despedaza y rompe la armadura
de arrope bipartido que me ciñe la boca
en carne viva y pura,
pidiéndote a pedazos que la oprima
siempre tu pie de liebre libre y loca.
Su taciturna nata se arracima,
los sollozos agitan su arboleda
de lana cerebral bajo tu paso.
Y pasas, y se queda
incendiando su cera de invierno ante el ocaso,
mártir, alhaja y pasto de la rueda.
Harto de someterse a los puñales
circulantes del carro y la pezuña,
teme del barro un parto de animales
de corrosiva piel y vengativa uña.
Teme que el barro crezca en un momento,
teme que crezca y suba y cubra tierna,
tierna y celosamente
tu tobillo de junco, mi tormento,
teme que inunde el nardo de tu pierna
y crezca más y ascienda hasta tu frente.
Teme que se levante huracanado
del blando territorio del invierno
y estalle y truene y caiga diluviado
sobre tu sangre duramente tierno.
Teme un asalto de ofendida espuma
y teme un amoroso cataclismo.
Antes que la sequía lo consuma
el barro ha de volverte de lo mismo.
 

¿No conoces lo suficientemente bien a Miguel Hernández? Esta es, sin duda, la mejor manera de conocerlo, como solo sabe hacer el maestro Cebrian


Si quieres participar en "el centenario que no cesa" tienes la convocatoria.

27 de octubre de 2010

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El día que Dios fue condenado a morir fusilado

Anatoly Vasílievich Lunacharski (1875-1933)  fue Comisario de Instrucción para el Narkompros (Comisariado Popular para la Instrucción Pública) entre 1917 y 1929.(El mérito principal de Lunacharski consistió en salvar las bibliotecas, galerías de arte y otras riquezas culturales de la vieja Rusia durante el período caótico de la Revolución). Aún con todo el poder y responsabilidad que conllevaba ese cargo ha pasado a la historia por un curioso pasaje acaecido el 16 de enero de 1918. El juicio que llevó a Dios al banquillo y lo condenó a morir fusilado.
Luchanarski junto a Lenin

Lunacharski presidió el tribunal que se declaró competente para juzgar a Dios por crímenes contra la humanidad.  A las 08:15 horas del 16 de enero de 1918, comenzó el juicio público del pueblo ruso contra Dios. El cargo principal fue el de genocidio.  A lo largo de las 6 horas que duró el juicio los fiscales fueron presentando innumerables pruebas que demostraban la culpabilidad del Todopoderoso, basándose principalmente en hechos históricos. En el banquillo de los acusados Dios, representado por una biblia, fue defendido por abogados designados a dedo por el estado soviético. La principal baza en la defensa fue la declaración de enajenación mental, desequilibrios psicológicos y fallos psíquicos de este, por lo que solicitaron su absolución. El tribunal desde un principio mostraba su rechazo a una absolución del acusado, ya que los delitos imputados a este eran sumamente graves.

Tras varias horas de deliberación, el tribunal popular encargado de juzgar el caso, declaró a Dios culpable de todos los delitos cometidos instando al presidente del Tribual a que dictase la sentencia. Esta fue clara: Se condenaba a Dios a morir fusilado a las 06:30 horas del 17 de enero de 1918. La ejecución de la sentencia fue llevada a cabo por un pelotón de fusilamiento mediante 5 ráfagas de ametralladora contra una de las estatuas religiosas que todavía quedaban en suelo soviético. El 7 de agosto del mismo año, la estatua contra la que había disparado los miembros del pelotón de fusilamiento fue definitivamente derribada y destruida

Corrección: *Esta imágen es del fusilamiento de milicianos republicanos al del Sagrado Corazón de Jesús en el Cerro de los Ángeles, Madrid

Anatoly fue retirado de su puesto en la dirección de la educación soviética a finales de 1929, ya que sus experimentos modernistas con la enseñanza no fueron bien acogidos. Fue nombrado embajador en España, pero murió cuando viajaba a su nuevo puesto en las proximidades de Menton, Francia.

Más información y fuentes: 1, 2, 3, 4

24 de octubre de 2010

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Me gusta leer III

El New Zealand Book Council es una de la organizaciones sin ánimo de lucro que trabajan para la promoción y divulgación de la lectura en Nueva Zelanda así como para la reivindicación internacional de escritores, ilustradores y todo aquello relacionado con el mundo del libro creado en nuestras antípodas. 

Esta genial obra de animación es la que han utilizado en una de sus últimas campañas:


Ojalá iniciativas como esta tuviesen mayor difusión aquí, aunque desgraciadamente no me imagino algo como esto quitando minutos de TV a Belén Esteban y similares.

Otros buenas ejemplos de animación a la lectura son estos dos:


20 de octubre de 2010

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Los matemáticos de la torre Eiffel

Cuando Gustave Eiffel propuso para conmemorar la Exposición Universal de París de 1889 la torre que finalmente se construyó y que ahora lleva su nombre en los ambientes de la intelectualidad francesa se tomó como una afrenta a la estética de París. Como todos sabemos hoy es uno de los iconos franceses y la construcción más visitada de todo el país. Inicialmente fue propuesta para la Exposición Universal de Barcelona de 1888, pero fue desechada la idea. En el contrato de arrendamiento que suscribió el ayuntamiento de París estaba prevista la desmantelación de la gigantesca torre 20 años después. La Torre Eiffel servía como arco de entrada al recinto donde se  asentaron los pabellones, pero ante el clamor popular las autoridades decidieron conservarla.

Eiffel en su diseño inicial y luego en la construcción decidió hacer un homenaje a los 72 personajes franceses relacionados con la ciencia más importantes para él. En esta lista figuran químicos, ingenieros, matemáticos, físicos... Estos nombre inicialmente fueron grabados en letras de oro de unos 60 centímetros de alto. Las corrosión y deterioro provocados por el ambiente parisino hicieron que tuvieran que volver a pintarse de nuevo a principios de S.XX y posteriormente vueltos a restaurar en los años 1986 - 1987. Estos nombres se pueden encontrar en el marco del primer balcón de la torre.

La lista se divide en cuatro partes (para cada lado de la torre). Las partes llevan el nombre de la zona hacia la que mira cada lado de la torre.

(click en todas las imágenes para ampliarlas)

Cara NorEste (Centro de París)
Petiet, Daguerre, Wurtz, Le Verrier, Perdonnet, Delambre, Malus, Breguet, Polonceau, Dumas, Clapeyron, Borda, Fourier, Bichat, Sauvage, Pelouze, Carnot, Lamé


Cara SurOste (Academia Militar)
Jamin, Gay-Lussac, Fizeau, Schneider, Le Chatelier, Berthier, Barral, De Dion, Goüin, Jousselin, Broca, Becquerel, Coriolis, Cail, Triger, Giffard, Perrier, Sturm

Cara NorOeste (Trocadero)
Seguin, Lalande, Tresca, Poncelet, Bresse, Lagrange, Belanger, Cuvier, Laplace, Dulong, Chasles, Lavoisier, Ampere, Chevreul, Flachat, Navier, Legendre, Chaptal
 
Cara SurEste (Grennele)
Cauchy, Belgrand, Regnault, Fresnel, De Prony, Vicat, Ebelmen, Coulomb, Poinsot, Foucault, Delaunay, Morin, Haüy, Combes, Thénard, Arago, Poisson, Monge

En las inscripciones no figura el nombre de ninguna mujer matemática francesa. Quizás la ausencia más notable sea la de  Sophie Germain ya que sus estudios en el campo de la elasticidad fueron muy utilizados por Eiffel para la construcción de la torre.

 


Este artículo forma parte, como viene siendo habitual en la trébede, del VII carnaval de Matemáticas que en esta edición organiza El máquina de Turing


Fuente y más información: 1, 2, 3
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3 años sin nuestro gran maestro

Hoy hace tres años que nos dejó el MAESTRO de tantos y tantos como yo,  Juan Antonio Cebrián, quién nos enseño tanto a amar la historia, la ciencia, la ecología y tantas y tantas cosas que es difícil enumerarlas todas. Gran parte de la culpa de mi gusto por la divulgación y de este pequeño espacio dedicado a ella es gracias a Juan Antonio Cebrián, a quién nunca estaré lo suficientemente agradecido por todas las noches que me hizo estar despierto pegado a la radio y las muchas cosas que me enseñó.
Seguro que este es el programa que ahora está haciendo allí arriba, con todos a los que tantas horas dedicó y tanto le apasionaba su historia.
Esta será siempre nuestra sintonía:

"Morir es la consecuencia de la vida y de nosotros depende que cuando lleguemos a ese momento lo dejado atrás sea lo suficientemente relevante como para dignificar la memoria que leguemos a nuestros sucesores".
Juan Antonio Cebrián
FUERZA Y HONOR

18 de octubre de 2010

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La bella desconocida

La bella desconocida; este es el nombre popular de la bella Catedral de Palencia. Pero lo quiero hacer ahora extensible a todo Tierra de Campos, la comarca donde se enclava mi pueblo, Guaza de Campos. El programa de Cuatro, Mi vista favorita, ha decidido conceder unos minutos de su espacio a Ramón Arangüena (palentino a mucha honra como siempre dice él) para que muestre unas pocas imágenes de toda nuestra tierra. La primera parte la dedicada a Tierra de Campos. La segunda parte está dedicada a toda la montaña palentina, igualmente no escasa de singularidad y belleza.

Ampudia, el primer pueblo que visita, está a escasos 20 kilómetros de Guaza. Los paisajes que se ven, son mis paisajes, son mis raíces, son los campos que me han visto crecer y los que me acogen cada vez que regreso.


Es una pena que el reportaje sea tan pequeño y que queden tantas y tantas cosas que mostrar, pero, como breve pincelada, creo que sirve para meter un pequeño gusanillo de visitarlo a tantos que no lo conocerán. 

15 de octubre de 2010

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Distintos siglos, mismos comportamientos

Intentar resumir en un artículo las razones de la decadencia y caída del Imperio Romano es tarea imposible. Continúan saliendo al mercado numerosos libros que intentan dar una explicación a como el mayor imperio de la historia dejó de existir en un plazo de tiempo más o menos breve. En el libro que estoy leyendo ahora, Breve historia del saber (pomposo título, para un buen libro sobre la historia del pensamiento humano) de Mark Van Doren (en el que está basada la película Quiz Show) se centra en una breve descripción de las razones sociales del fin del Imperio Romano de Occidente.


Es obvio que el resumen hecho por el autor, al tratarse de un libro que intenta condensar toda la historia en poco mas de 800 paginas, puede pecar de innumerables omisiones de datos, de exceso de brevedad en las descripciones de lo sucedido, y de ser muy conciso. Como he dicho antes, este no es un libro sobre la caída del Imperio Romano de Occidente, es un intento de mostrar unas cuantas pinceladas de las más importantes causas que llevaron a la Roma clásica a desaparecer.


Llaman especialmente la atención las razones sociales que aduce el historiador. Mientras se leen no se puede evitar hacer una analogía con nuestra sociedad actual:

[...]El Imperio romano tardío se dedicó a la búsqueda del poder. La riqueza y el éxito terrenal. Pasó mucho tiempo sin que nadie prestara atención a las advertencias de hombres como Catón el Censor que vivió en una república basada en una virtud moral que parecía totalmente irreal a ojos de los romanos modernos. Estos modernos. en general. vivían mas lujosamente que ningún otro pueblo antes que ellos. Disfrutaban de todo lo que el mundo podía ofrecerles y prestaban poca atención a las exigencias del cristianismo, por mucho que fuera la religión oficial del Estado.[...]

[...]Los romanos del siglo IV estaban obsesionados con la salud, la dieta y el ejercicio. Pasaban más tiempo en baños y clubes de salud que en las iglesias, los templos. Las bibliotecas o los tribunales. Eran fanáticos del consumo. Un hombre podía forjarse una reputación simplemente gastando más que su vecino. Incluso si para hacerlo tenía que endeudarse. Y si luego jamas pagaba a sus acreedores. se le honraba igualmente por haber intentado dejar una bella estampa en el mundo. Les encantaban los viajes, las noticias y los espectáculos. Todas las grandes producciones culturales de los últimos años de Roma. desde libros a grandes extravagancias en teatros y circos que ocupaban un lugar privilegiado en cualquier ciudad o pueblo romano trataban sobre divertidas historias de gentes lejanas y sobre una paz y una felicidad imaginarias que no existían en la vida real. A los romanos les fascinaba la fama y no les importaba como se hubiera adquirido. Si eras lo suficientemente famoso. el hecho de que fueras un granuja o algo peor se perdonaba o se olvidaba.

Lo que más les importaba a los romanos era el éxito. que ellos interpretaban como ser el primer hoy y no preocuparse de lo que pudiera pasar mañana. Eran orgullosos. avariciosos y vanos.[...]

Imperio romano en su máxima expansión
 ¿Se repetirá la historia?

Fuente: Breve historia del saber, Marck Van Doren pag 172 - 173

13 de octubre de 2010

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Las normas para prohibir libros en España

El 1 de noviembre de 1478 el Papa Sixto IV otorgaba a los Reyes Católicos la potestad para nombrar tres inquisidores para los reinos Castilla y Aragón. Tras varios años en los que las luchas internas hicieron que casi desaparecieran estas figuras, fue con el nombramiento del cardenal Tomás de Torquemada en 1482 como Inquisidor General, para ambos reinos, lo que hizo que esta institución se fortaleciese y entrase en su etapa moderna. Ya desde la llegada al poder de Torquemada la persecución de los libros y escritores que atentaban contra las normas, la moral y las creencias cristinas fue en ocasiones muy dura.
Durante varios siglos la beligerancia inquisitorial se ejerció contra el libro ya publicado; obviamente para llevarla a cabo era necesaria la elaboración de listas, índices, contenedores de las publicaciones prohibidas. De ahí nacieron los famosos índices de libros prohibidos: En el siglo XVI hubo dos importantes el de Fernando de Valdés de 1559 y el de Gaspar de Quiroga de 1583; en el siglo XVII hubo cuatro principales, los de Bernardo de Sandoval y Rojas (1612 y 1614) los de Antonio Zapata (1628 y 1632) y los de  Antonio de Sotomayor (1640 y 1667). Así mismo desde 1602 se obligó a las librerías a llevar un inventario de todos sus libros, de los que deberían responder ante cualquier requerimiento por parte del Tribunal de la Inquisición. Desde 1614, el original de este inventario debía ser entregado anualmente.
Cardenal Torquemada
En 1789, el Inquisidor General Agustín Rubín de Ceballos elaboró uno nuevo añadiendo nuevos títulos a los presentes en el anterior índice, que databa de 42 años antes, en 1747. La mayor labor realizada por este inquisidor fue la recopilación de las normas para que un libro fuese declarado ilegal y mandado quemar, siendo su autor requerido a juicio ante el Tribunal de la Inquisición. Estos índices de libros prohibidos estuvieron vigentes hasta entrado el siglo XIX.
Portada del Índice de libros prohibidos en 1873

Estas son las normas que durante 4 siglos estuvieron vigentes en España a la hora de prohibir publicaciones:

Refieren estas proclamas a «la continua malicia de los herejes en afear la religión, la misión defensora del Santo Oficio de la Inquisición en conservar la pureza de la fe, el peligro del creciente número de libros de autores sectarios y el empeño de hombres arrogantes y soberbios en oponerse mediante escritos a la infalibre doctrina de la Santa Madre Iglesia».


Las reglas describen las razones y sentido de las prohibiciones:


REGLA I: Todos los libros prohibidos por los Papas o Concilios Generales con anterioridad a 1515 y no se incluyan en el presente Indice, se entenderán prohibidos de igual forma que lo fueron en su tiempo.
REGLA II: En los libros de Padres y escritores antiguos católicos (obras publicadas anteriores a 1515 pues las posteriores no están libres de corrección)sólo se expurga lo viciado por las impresiones o los herejes.
REGLA III: Los libros de heresiarcas caudillos de herejes como Lutero, Zwinglio, Calvino, Pacimontino o semejantes se prohiben del todo, pero no se prohiben los libros de católicos que inserten fragmentos o tratados de heresíarcas contra quienes escriben y de los cuales puede mencioliarse el nombre para refutar sus errores. Se permiten, previo examen de teólogos píos y doctos, los libros de herejes que no traten de religión o que si traten de buena doctrina católica cuyos autores los escribieron antes de caer en herejía o tras retornar al gremio de la Iglesia.
REGLA IV: Se permiten las versiones de autores (aunque sean eclesiásticos) por autor condenado, cuando no contrarien la doctrina católica, especificándose mediante nota la tacha de autor condenado. Se prohíben las versiones de la Biblia hechas por herejes, excepto el Nuevo Testamento de Erasmo, el Viejo Testamento de Vatablo» y la Biblia de Brixiano (excepto los prólogos).
REGLA V: Se permiten las versiones de la Biblia en lengua vulgar aprobadas por la Silla Apostólica o dadas a la luz por autores católicos con anotaciones de los Santos Padres o Doctores de la Iglesia. Persigue la utilidad a los fieles.
REGLA VI: Se prohiben los libros escritos en lengua vulgar que tratan de disutas en materia de religión entre católicos y herejes, o confutaciones del Corán. No se prohiben aquellos en lengua vulgar que traten de la Ibrína de buen vivir, contemplar y confesar, siguiendo la buena y sana doctrina.
REGLA VII: Se prohiben los libros que untan de cosas lascivas aunque no ínezclen herejías y errores, pero se permiten los libros antiguos de amores escritos por étnicos, por su elegancia y propiedad, pero sin ser leídos a la juventud.
REGLA VIII: Permitimos los libros de argumento bueno pero con insertos heréticos, impíos o supersticiosos, siendo primero expurgados por teólogos, con licencia del Santo Oficio. Se expurgarán los contenidos con esperanzas supersticiosas o vanas tales como «quien rece tal devoción, sabrá la hora de su muerte».
Se prohiben las cruces o láminas (...) que prometan de cierto o regularmente sucesos contingentes, porque es todo fundado en superstición y engaño.
REGLA IX: Se prohiben totalmente libros, escritos o recetas de geomancia, aeromancia, piromancia, quiromancia, negromancia, o que contengan sortilegios o hechizos, magia, adivinaciones o brujería. Igualmente se prohíben los de astrología para conocer por las estrellas los futuros contingentes (acciones que dependen de la voluntad libre humana), pero se permiten los juicios y naturales observaciones que están escritos y se hacen para ayudar a la navegación, agricultura o medicina o prevención de fenómenos naturales como la lluvia, los cuales no pertenecen a la adivinación prohibida. Se permiten juicios de nacimientos que sin afirmar enseñan a conjeturar las inclinaciones o complexiones corporales sin pasar a futuros contingentes o hechos fortuitos dependientes de la voluntad libre humana.
REGLA X: Se prohiben los libros que desde 1584 se han impreso y divulgado sin nombre de autor, impresor, lugar ni tiempo en que se imprimen y que tengan mala doctrina (pues los hay buenos que son anónimos por humildad de sus católicos autores).
REGLA XI: Se prohiben libros, láminas, medallas.., que sean en irrisión y escarnio de los Santos Sacramentos, santos, imágenes, reliquias, vida, hábito, milagros, Santa Sede Apostólica, religiones aprobadas, Romano Pontífice, cardenales, obispos, autoridad y potestad espiritual o Estados Eclesiásticos, Se prohibe, bajo pena de excomunión latae sententiae, pintar, tallar o introducir en España pinturas lascivas sin usar en lugares públicos.
REGLA XII: Los libros ya impresos y divulgados por autores católicos que viven o murieron como tales, no estando prohibidos en el Indice o comprendidos en sus Reglas, no se entiendan prohibidos aunque contengan opiniones inseguras, pero quienes las encontraren estarán obligados a denunciarías a los inquisidores, pudiendo leerlos hasta que el Santo Oficio ordene lo que considere conveniente.
REGLA XIII: Los libros prohibidos en una impresión o lengua quedan prohibidos de otra cualquiera, no habiendo expresa licencia in scriptis.
REGLA XIV: Prohíbese el Talmud, libros cabalísticos y otros impíos y nefandos libros de los hebreos, y libros de rabinos y de moros, que enseñan su ley o su principal argumento es contra la Iglesia Romana o contra la interpretación de la Sagrada Escritura hecha por doctores y santos.
REGLA XV: Se concederá licencia para la tenencia y lectura de algún libro prohibido necesario durante el tiempo que considerase el pío o docto que escribieren en defensa de la Santa Iglesia y Fe Católica y contra las herejías.
REGLA XVI: Refiere a la forma que se ha guardado en la corrección y expurgación de los libros. Las cosas que necesitan de expurgación o corrección se pueden reducir a: proposiciones heréticas, temerarias, blasfemas, escandalosas o cismáticas; aquellas que enseñan novedad contra ritos y ceremonias sacramentales y costumbre de la Iglesia; voces nuevas y palabras equívocas para engañar a los fieles; palabras de la Sagrada Escritura aplicadas para usos profanos impíamente; lugares de superstición o adivinación; sujeciones de la libertad humana al hado o fortuna; lo referido a idolatría o paganismo; cláusulas detractoras de la buena fama de los prójimos; doctrinas contrarias a la jurisdicción eclesiástica; chistes ofensivos al prójimo; escritos lascivos e imágenes de personas no beatificadas o canonizadas.


Los mandatos se dirigen a libreros, tratantes, importadores e impresores:

MANDATO I: Dirigido a los libreros, corredores y tratantes en libros, quienes en el plazo de 60 días tras la publicación del Indice están obligados a hacer inventario alfabético de los libros a su cargo, jurándolo y entregándolo a los inquisidores, y renovándolo anualmente. Están obligados o no contravenir el Indice y a tener un ejemplar en su poder para conocer las prohibiciones. No se aprobarán las listas que no contengan los nombres de autores, argumento y materia de los libros.
MANDATO II: Enfocado a quienes entran libros en el Reino de España. Habrán de manifestarlo mediante entrega de memorial a los inquisidores en el primer puerto de mar o de tierra. Se presentarán también los catálogos de las ferias extranjeras. Se prohibe cualquier ejemplar del Indice impreso fuera de España. Se prohibe importar cualquier libro prohibido en el Indice.
MANDATO III: Se orienta hacia los impresores. Ninguno imprimirá libros de autores condenados, salvo los expurgados, o con nota de autor condenado. Prosiguen estas reglas con unas «Advertencias para el más fácil uso de este Indice, y mayor inteligencia de su disposición. orden y ejecución de sus expurgaciones y mandatos».


Las advertencias se orientan al fácil uso e inteligencia dispositiva:

ADVERTENCIA I: Cuando se encuentren en el Indice libros prohibidos de sujetos santos y doctos no es porque dichos autores se desviasen de la Iglesia, sino porque se les han atribuido falsamente o se les han añadido sentencias ajenas, o por no convenir su circulación en lengua vulgar, o tener expresiones contextualizadas de fácil malinterpretación.
ADVERTENCIA II: La nota «cauté lege» previene al lector de posibles modificaciones de impresiones hechas por los herejes.
ADVERTENCIA III: Se advertirá con nota específica los libros donde se defienda la «confesión por litteras», anteriores a 20-6-1602, fecha del Decreto de Clemente VIII que le condena.
ADVERTENCIA IV: Cuando se ponga el nombre de un autor desprovisto de complementos o aclaraciones, se entienden prohibidas todas sus obras impresas.
ADVERTENCIA V: Se les negará a los autores de IS clase los epítetos honoríficos, especialmente los referidos a una persona buena, virtuosa y piadosa. Se evitará lo que cause inclinación hacia el autor nefando. No se llamarán por grados académicos a quienes no lo tengan de universidades católicas. El Don se usará en caso de liberal cortesía en sentido temporal.
ADVERTENCIA VI: Para que la reimpresión de una obra expurgada sea válida ha de borrarse plenamente lo que el Indice mandase quitar y borrar.

Según datos fiables, más de 3000 obras fueron prohibidas durante siglos en España. Las más duramente censuradas fueron los ensayos religiosos, las obras de carácter científico y las literarias. Sería imposible ( y no lo he encontrado un listado completo para compartir) enumerar todas las obras censuradas. Algunas de las más importantes fueron las siguientes:

  • Ensayos religiosos: Entre estas obras destacan las de Talavera, Valdés, Guevara, Granada, Avila, Cazalla, Gracián, Tauleruo, Herpe, Savonarola, Erasmo, Lutero...
  • Científicas: Obras de Mercator y Munster, Libavius y Mizauld, Gesner, Muslerius, Kepler, Tycho Brahe, (nunca fueron prohibidas en España las de Galileo ni Copérnico), Leonhard Fuchs, Arnaldo de Vilanova, Francisco Vallés, Andrés Laguna, Alonso de Freilas, Jerónimo Pardo, Sebastián de Soto y Juan Manzaneda.
  • Literarias: Gil Vicente, Ávila , Torres Naharro, Iayme de Huete, Francisco de las Natas, Aretino, Giambatista Gelli, Alfonso de Valdés, Juan del Encina, Miguel de Carvajal, de Fray Luis de Granada, Lazarillo de Tormes; Lecciones de Job,  estas últimas anónimas.
Índice de libros prohibidos de Zapata 1628

De todos estos autores y muchos más que faltan por añadir a la lista se prohibieron en algunos casos todas sus obras y en otros sólo alguna de ellas. Hay que recordar también, que muchas de esas obras fueron expurgadas, lo que quiere decir, que se publicaban una vez hubiesen quitado de sus páginas los pasajes que los censores consideraban oportunos. A este tipo de purga se acogieron obras como El lazarillo de Tormes o El buscón Don Pablos de Quevedo.
Portada primeras ediciones de ambos libros
A nivel europeo, la situación era similar a la española, teniendo cada país  sus propios índices. Estos índices se mantuvieron en el Vaticano hasta 1966, en el que un decreto dictó que no se siguiesen actualizando estas listas. Las listas del Vaticano fueron las incluidas en el Index librorum prohibitorum et expurgatorum. Se puede consultar este índice completo en su edición de 1948 aqui (aunque en francés). 

Fuente: Se pueden encontrar todas estas reglas en: Revista de la Inquisición
1999, 8: 215-218


Más información: 1, 2, 3, 4, 5

11 de octubre de 2010

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[Cine] Buried, Enterrado

Por primera vez voy a recomendar no ver una película en sala de cine, en pantalla grande, aunque la recomiende encarecidamente. No verla en ninguna sala llena de espectadores, de sonidos aunque sean mínimos, de gente susurrando, de ruido de palomitas y bebidas, de luces de salidas de emergencia o de las simples luces pequeñas de las escaleras. Esta película hay que disfrutarla en casa, en el cuarto más angosto que tengamos, con la máxima oscuridad y silencio que sea posible.Sólo así, creo que se conseguirá entender todo lo que quiere transmitir Rodrigo Cortés en este infravalorado, según mi opinión, film.
Hay que verla según he descrito antes para sentir toda la incomodidad, claustrofobia, asfixia, angustia, ahogo y demás sensaciones que podamos tener al imaginarnos encerrados y enterrados en una caja angosta y estrecha de madera. Al salir de ese cuarto, al encender la luz y abrir las ventanas, sentiremos el tan necesario soplo de aire fresco tras 95 minutos de intensas emociones.
En sí la película es un buen soplo de aire fresco dentro de una cartelera actual donde priman grandiosos efectos especiales que intentan disimular, envolver, disfrazar una alarmante falta de imaginación en los guiones de la mayoría de las películas que se hacen hoy en día. Hacen falta más películas como esta; que innoven, que sean algo nuevo dentro del común actual y además manteniendo la calidad de las grandes cintas. Aquí tenemos un cineasta que nos priva de todo efecto especial, de toda la post-producción, y montaje en busca del efecto fácil. Rodrigo Cortés nos despoja de todo lo anteriormente mencionado y nos mete en una angosta caja de madera de apenas un metro cúbico. Sólo nos provee de una linterna, un teléfono móvil y un mechero, para contarnos una historia que si no fuese por esta innovadora forma de contarla sería una más de las que nos han contado tantas veces. Aquí en la mayor parte del metraje somos los absolutos protagonistas de la historia.
El director y el guionista Chris Sparling nos hacen imaginar, no nos dan todo mascado y remascado como se hace tanto ahora. Nos obligan a imaginar las caras de los que están al otro lado del teléfono, tenemos que crear nosotros el paisaje exterior, a su familia, a sus compañeros de trabajo, los azares que han llevado ahí abajo al protagonista Paul Conroy perfectamente interpretado por Ryan Reynolds (sí, yo también le tengo envidia por ser el novio de Scarlett Johansson). Lo único que podemos sentir sin tener que echar mano de la imaginación son los sonidos (de ahí la importancia de estar lejos de cualquier compañía al verla) siendo estos la parte más lograda de la película.
Resumiendo, por fin nos encontramos una película que vuelve a demostrar que para hacer buen cine lo más importante desde la invención de este sigue siendo una buena idea; una buena idea y una buena ejecución de esta sin necesidad de alardes visuales innecesarios, sin necesidad de presupuestos astronómicos.


P.D. Muy recomendables también los títulos de crédito iniciales, que aparte de contarnos la historia del secuestro, son de una factura clásica digna de tener en cuenta, y que posiblemente sean copiados en muchos films a partir de ahora.